Actualmente la mayoría de organizaciones se encuentran en un proceso de digitalización; de acuerdo con Accenture, el 70% de las empresas realizarán más inversiones en tecnología durante los próximos 3 a 5 años, esto incluye tecnología en seguridad.
Javier Castro, Country Manager en Colombia para Cisco explica: “Este panorama y sus retos necesita empresas que impulsen la transformación digital no como un cliché comercial sino como una plataforma de innovación, y las soluciones tecnológicas facilitan que toda empresa, en cualquier industria, no solo reduzca costos si no que mejore sus operaciones de manera segura y sea más eficiente, es decir, que se convierta en un factor positivo de cambio y progreso para toda la sociedad.”
Acorde con la estadística de Accenture y la afirmación del Country Manager de Cisco, podemos visualizar el panorama al que se enfrentan las empresas. La tecnología cada día avanza con más rapidez y el sector de la seguridad no puede ser ajeno a esta realidad.
Constantemente escuchamos términos como “Transformación Digital” o “Internet de las cosas (IoT)”, y en seguridad esto ha conducido la creación e implementación de sistemas que han hecho de la operación un complemento óptimo entre personas y tecnología.
Un ejemplo de los avances de tecnología en seguridad es el desarrollo de aplicaciones móviles, estas tienen diferentes funcionalidades, como monitorear en vivo desde cualquier lugar su hogar o sitio de trabajo y si algo sospechoso ocurre reaccionar a tiempo por medio de un solo clic que alertará a su proveedor de seguridad y este podrá reaccionar de inmediato, encargándose de la situación. También cuentan con otras funcionalidades como el desbloqueo de puertas o el seguimiento a vehículos.
Otro ejemplo de avance tecnológico son los drones que han ido incursionando poco a poco en la seguridad privada y aunque es muy común encontrarlos en actividades como: grabación de eventos deportivos, prevención y extinción de incendios o búsqueda y rescate de personas, gracias a su amplio campo de visión, velocidad y versatilidad, ofrecen mayores posibilidades a la hora de desempeñar funciones de seguridad y videovigilancia.
Hasta el momento, el uso de drones con videovigilancia está muy extendido en control de fronteras, en la supervisión y protección de grandes espacios por parte de policía y fuerzas de seguridad y especialmente a nivel militar.
Los drones, además de equiparse con cámaras de vigilancia de alta resolución, disponen de visión nocturna (cámaras de vigilancia infrarrojas), GPS (para programar sus vuelos) e incluso los más avanzados disponen de funciones de reconocimiento facial que les permite identificar usuarios y detectar intrusos y accesos no autorizados.
La biometría es también un ejemplo gracias a la combinación entre avances tecnológicos y nuestras características físicas. La biometría de iris, voz, el reconocimiento facial, lectura de huella o biometría con venas de la mano son algunos ejemplos que han permitido a la seguridad ir cada vez más allá.
Teniendo en cuenta los avances de tecnología en la seguridad privada, los retos para la industria son cada vez mayores.
Costos: es necesario realizar una inversión si se quiere contar con sistemas de tecnología avanzada que funcionen correctamente y se integren de manera óptima con el esquema de seguridad humana.
Constante innovación: implica un reto vivir a la vanguardia y ofrecer a los clientes nuevas opciones que les permitan sentirse seguros y respaldados por una empresa que se preocupa por implementar tecnología de punta.
Adaptación del software o tecnologías avanzadas a la infraestructura del cliente: se percibe como un reto debido a que cada cliente es un mundo diferente, si se conoce muy bien y se analizan sus necesidades a fondo, la implementación y adaptación de tecnología se podrá realizar sin problemas, teniendo como objetivo final la mitigación del riesgo.